Tu aparejador de confianza en Salamanca

Contar con un aparejador de confianza

Ser arquitecto no es nada fácil, sobre todo en provincias poco pobladas como Salamanca, en la que es imposible la especialización. Un día estás haciendo un certificado energético y al siguiente el alcalde de tu pueblo se acuerda de ti porque hay unos ahorrillos para arreglar la espadaña de la iglesia. Y claro, ¿quién mejor que tú que procedes de allí? Total, un arquitecto tiene que saber de todo y ser un experto en cada materia, ¿no?

Los clientes exigen respuestas al instante, y cuando llegas a la obra, el constructor ya lo tiene todo resuelto: «Yo lo haría de esta otra forma». Vamos, que la obra es un caos garantizado. Entre unos y otros, no es raro acabar necesitando terapia.

La importancia de trabajar en equipo

Tener a alguien que te eche un cable y te dé su punto de vista es algo que se agradece. Pero sé cómo va esto: da pereza preguntar, los plazos aprietan, así que nos la jugamos un poquito más de la cuenta. Luego llegan los «problemillas» en obra y las caras de susto.

Acertar siempre es imposible. El constructor, por supuesto, lo sabe todo mejor que tú, lleva toda la vida en esto. Pero tú, arquitecto, también sabes que compartir el razonamiento de las decisiones no solo es importante, sino también relajante y liberador.

¿Y si te toca arreglar la espadaña de la iglesia del pueblo?

A ver, ¿por dónde empiezas? Tranquilo, yo te ayudo. Sacamos el dron, echamos un vistazo sin arriesgar el cuello y evitamos sorpresas. Si necesitas consejo sobre materiales y soluciones constructivas, aquí estoy. Me integro en tu equipo, te echo un cable y hacemos que todo salga bien.

Porque no estás solo en esto y, además, compartir el marrón siempre lo hace más llevadero.

¿Soy más listo que tú y necesitas mi ayuda?

Estoy seguro de que no soy más listo que tú, aunque la verdad, tampoco me considero demasiado tonto. Quizás necesites mi ayuda o quizás no, depende del tema y de la experiencia en la materia. Te puedo ayudar en medios que quizás no tengas, te puedo ayudar con mi experiencia en edificios viejos, te puedo ayudar a cómo se resuelven algunas cosas en obra. Pero solo si quieres. Igual que si quieres o no hacerme caso después de mis consejos.

El papel clave del promotor inmobiliario

Promotor inmobiliario Salamanca

No soy promotor, ni project manager, ni experto en urbanismo, pero siempre me interesa el éxito de mis clientes. Al final, creo que es parte del trabajo y, además, me apasiona.

Si hablamos de proyectos inmobiliarios, el promotor inmobiliario es la figura clave para que una nueva promoción vea la luz. Sin él, nada sería posible. Su labor se centra en hacer números, asegurando que la inversión sea rentable sin arruinarse en el intento. Todos conocemos algún promotor que se quedó en el camino tras la crisis de 2008, lo que demuestra que este negocio no es para cualquiera.

Pero, más allá de la rentabilidad, los promotores cumplen un papel fundamental en la sociedad: invierten en la construcción de nuevas viviendas, cubriendo una necesidad que, de otra manera, quedaría desatendida. Y aunque algunos los ven solo como empresarios que buscan maximizar beneficios, la realidad es que sin ellos, la oferta de vivienda dependería únicamente del sector público, que actualmente está lejos de poder cubrir la demanda.

El estudio de viabilidad inmobiliaria: la clave del éxito

Como en toda inversión, el promotor debe analizar la viabilidad de un proyecto antes de lanzarse a la piscina. Para ello, se apoya en el estudio de viabilidad inmobiliaria, un análisis exhaustivo desde el punto de vista económico, técnico, legal y comercial.

Este proceso permite minimizar riesgos, optimizar la inversión, facilitar la financiación y mejorar la comercialización. Como decía mi padre, que fue pequeño promotor inmobiliario: «Hay que hacer números».

Fases de un estudio de viabilidad

  1. Análisis del suelo y normativas urbanísticas
    Aquí entra en juego el equipo técnico, que debe sacar el máximo rendimiento al solar. Se estudian aspectos clave como la edificabilidad, las alturas permitidas y la tipología de viviendas que pueden construirse.
  2. Estudio de mercado
    Es fundamental evaluar la demanda, la competencia y los precios de venta. Para ello, el promotor se rodea de agentes inmobiliarios de la zona, quienes conocen a la perfección el perfil del comprador y el precio óptimo para evitar demoras en la venta.
  3. Cálculo de costos y financiación
    Aquí participan múltiples actores: el equipo técnico estima el coste de construcción, mientras que los bancos analizan la viabilidad del proyecto y las opciones de financiación. Se tienen en cuenta todos los gastos, desde licencias hasta comercialización.
  4. Ajustes y optimización
    Una vez recopilada toda la información, se ajusta la tipología de viviendas según la demanda y los costos. La clave es encontrar el equilibrio entre la oferta ideal y la rentabilidad del proyecto.
  5. Análisis de rentabilidad
    Llegados a este punto, se revisan indicadores financieros clave como ROC, ROI, TIR, VAN, margen sobre ventas y plazo de recuperación de la inversión. Estos datos son los que determinarán si el proyecto es viable o si es mejor replantearlo.

Conclusión

El sector inmobiliario es un juego de estrategia donde la planificación y el análisis marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Un buen equipo, desde el principio, es fundamental. El estudio de viabilidad no solo protege la inversión del promotor, sino que también garantiza que la oferta se alinee con la demanda del mercado.

Por eso, aunque no seas promotor, si trabajas en el sector inmobiliario, vale la pena interesarse por estos procesos. Al final, entender el negocio desde dentro es lo que permite ofrecer un mejor servicio a los clientes y asegurar que los proyectos sean un éxito.

Ayudas para la rehabilitación energética

Rehabilitar un edificio para hacerlo más eficiente energéticamente es una inversión importante, pero sus beneficios superan con creces el coste. No solo reduce el consumo y genera un ahorro significativo en las facturas, sino que mejora el confort y aumenta el valor del inmueble.

¿Aún hay ayudas para la rehabilitación energética?

Durante años, los fondos Next Generation de la Unión Europea ofrecieron subvenciones de hasta el 80 % en algunos casos, lo que impulsó la rehabilitación energética en muchos edificios. Sin embargo, esas ayudas prácticamente han desaparecido.

Actualmente, la única línea de apoyo directo que sigue en vigor es el Programa de Ayuda a la Elaboración del Libro del Edificio Existente para la Rehabilitación y la Redacción de proyectos de rehabilitación, disponible hasta el 31 de octubre de 2025. Más información en el siguiente enlace oficial: Tramitacastillayleon.jcyl.es.

¿Existen otras ayudas?

En Salamanca no hay programas de subvenciones directas en marcha por parte del Gobierno, la comunidad autónoma o el ayuntamiento. Sin embargo, sí existen mecanismos que pueden reducir la inversión y hacer más viable la rehabilitación energética.

Deducciones fiscales en el IRPF hasta 2026

Desde diciembre de 2024 se han prorrogado las deducciones fiscales para obras de eficiencia energética:

  • Deducción del 20 % para actuaciones que reduzcan al menos un 7 % la demanda de calefacción y refrigeración en vivienda habitual, con un máximo de 5.000 euros por vivienda.
  • Deducción del 40 % para intervenciones que reduzcan un 30 % el consumo de energía primaria no renovable o mejoren la calificación energética hasta una A o B en vivienda habitual, con un máximo de 7.500 euros por vivienda.
  • Deducción del 60 % para actuaciones que reduzcan un 30 % el consumo de energía primaria no renovable o mejoren la calificación energética hasta una A o B en edificios residenciales, con un máximo de 15.000 euros por vivienda.

Certificados de Ahorro Energético (CAEs)

Los CAEs representan una oportunidad adicional para rentabilizar una rehabilitación. Cada certificado equivale a 1 kWh/año de energía ahorrada y puede venderse a empresas energéticas que necesitan cumplir con sus objetivos de ahorro o contribuir al Fondo Nacional de Eficiencia Energética.

El valor estimado de los CAEs oscila entre 8 y 12 céntimos de euro por kWh ahorrado. No es una cantidad elevada, pero supone un incentivo adicional que se suma a los beneficios de la rehabilitación.

El éxito de tu proyecto depende de la planificación adecuada

Aunque las grandes subvenciones han desaparecido, la rehabilitación energética sigue siendo una inversión rentable. El ahorro energético, la reducción de costes en facturas, el aumento del confort y la revalorización del inmueble son razones más que suficientes para apostar por la eficiencia.

Sin embargo, el éxito de cualquier proyecto de rehabilitación depende de una correcta planificación, de una ejecución bien estructurada y del conocimiento técnico adecuado. Contar con un especialista en el proceso es la clave para maximizar los beneficios y aprovechar al máximo los incentivos disponibles.